Experiencia sobre el terreno

23/1/17
¡Hola a todos!


Desde que fundamos Kolam en 2015 son muchas las personas que nos escriben para venir a visitarnos o hacer voluntariado en India, hoy os dejamos la experiencia de Marga una chica que estuvo con nosotros y que dio lo mejor de ella. Marga nos ayudo mucho en todos los ámbitos y la echamos mucho de menos. Gracias por todo.


¿Qué te motivó a hacer un voluntariado?


Diría que principalmente fueron las ganas de ayudar y la necesidad de dar un poquito de mi, creo que es algo que todo el mundo debería hacer, sea de la manera que sea y donde sea, si sientes que tienes algo por dar, piensa que hay mucha gente deseando recibir, y no solo cosas materiales sino cariño, sonrisas, abrazos, palabras... te enriquece muchísimo y te hace valorar todo lo que uno tiene, que por rutina dejamos de apreciar , cosas tan sencillas como ducharte, comer,vestirte...pequeñas y simples cosas que en india, y concretamente a ojos de los increíbles niños y niñas con los que conviví, son grandes lujos.

¿Por qué decidiste hacerlo con Kolam?

Tuve claro que quería hacer el voluntariado con Kolam desde el momento en que me respondieron al primer email Víctor y Raquel (sus fundadores), por la sinceridad, cercanía y cariño que me demostraron desde el primer momento, ademas de no encontrar en el voluntariado que ofrecían, ningún tipo de lucro, que tristemente es con lo que me encontré en la mayoría de ONGS en India con las que contacté.

Me gustó su forma directa de ayudar a los niños y familiares en india, su historia y el porqué decidieron dejarlo todo en España para darlo todo en India.

¿Cuánto tiempo estuviste con Kolam?

Estuve 20 días colaborando con ellos, pero sin duda un trocito de mi se quedo allí para siempre.

¿Cómo era tu día a día? (horarios, tareas...)


Mi día a día en Udaipur con Kolam:


Me levantaba a las 8 de la mañana, me preparaba un delicioso masala chai con galletas y me subía al tejado a desayunar al sol, me vestía y me iba al internado de niñas que estaba al lado de casa y mientras las nenas cantaban para recibir el día y me hacían señas para que fuese a sus clases, las profesoras me asignaban cada día una clase, pues según edades estaban repartidas en 5 aulas (dos de ellas no eran ni aulas, estaban en el porche) y durante tres horas estaba con ellas, mitad clase de ingles, mitad pintar y juegos.

Cuando las nenas paraban a comer yo volvía a casa, daba un paseo por el lago, comía con Raquel y Víctor, mientras hablábamos y organizábamos las clases de la tarde en las “barraquitas”.

Sobre las 15.30 poníamos rumbo a las “barraquitas” o “slums” (donde nos esperaban los niños, los cuales no habían podido ir nunca a la escuela, y ellos y sus familias pertenecen a la casta más baja y viven de la basura y podriamos decir que “en la basura”) cada día era una aventura nueva montar en un rickshaw compartido y llegar sano y salvo a destino ¡con lo locos que conducen en India! toda una experiencia.

Cuando llegábamos a las barraquitas saludábamos a las familias y en cuanto nos veían los niños sacaban corriendo la alfombra sobre la que dábamos las clases. Las ansias de aprender y conocer mas allá de los límites de sus barraquitas era increíble. Les enseñábamos letras y números en hindi , sumas, restas y algunas cosas en ingles para que estuviesen preparados para empezar el cole.

Después de unas 2 horas de clase que algunos días se alargaban con merienda y juegos, volvíamos a casa, paseo por el lago, ducha y a preparar las clases de las niñas del internado del día siguiente, cenábamos y comentábamos el avance de cada uno de los nenes de las barraquitas.

Después de cenar seguía preparando las clases del día siguiente, aprovechaba para hablar con la familia y a dormir para estar a tope al día siguiente, por que esos niños y niñas querían saber y conocer tanto que acababa cada día agotada, pero inmensamente feliz y satisfecha.

Esto era mi rutina de lunes a sábado, los domingos era el día “libre”en el que aprovechaba para ir a la ciudad, visitar sus bazares, lagos... Udaipur es una ciudad preciosa.

A mucha gente le da miedo viajar por India, tú lo hiciste sola y durante casi 3 meses, ¿Qué recomendaciones darías a las personas que quieren venir?

Para mi es un miedo infundado, pues durante mis tres meses por India “sola” (realmente en India nunca estas sola, o conoces viajeros con los que conectas enseguida o te salen amiguitos indios dispuestos a dejar todo por ayudarte o simplemente por saber de ti), en ningún momento tuve sensación de miedo ni de peligro... al revés, me sentí muy acogida por todo donde fui, me trataron estupendamente, es un país muy hospitalario, y el hecho de ser mujer para mi no fue ningún impedimento para viajar sola, al revés, en más de una ocasión me sentí muy protegida por ellos.

Lo que está claro que tienes que respetar su cultura, costumbres, virtudes, defectos... no significa que vistas, comas, reces... igual que ellos, si lo haces, estupendo, es la forma de integrarte totalmente, pero simplemente con que respetes, vistas correctamente, sin provocar ni llamar la atención, seas amable con ellos y tengas precaución de no ir según a que horas y sitios sola, no tiene porque haber ningún problema.

Y recomendaciones que daría;

Que vistas enseñando lo mínimo posible,sobretodo hombros, escote y piernas tapaditos (esto en el norte, en el sur es diferente, puedes incluso ir en biquini)

Que aprendas un par de palabras clave en hindi para comunicarte

Que no te dejes engatusar (son muy cameladores y liantes los indios) deja que te ayuden, lo harán encantados, pero tu ten muy claras las cosas que quieres,¡que sino te lían!

Que te alojes en lugares no demasiado “lujosos” pues si no el cambio es demasiado fuerte con la calle, y creo que es parte de la esencia de india, vivir casi como ellos, ponerte en su piel.

Y que disfrutes, saborees cada momento, sabor, olor, paisaje...¡India es única, exprime cada momento en ella! habla con ellos mezclando mil idiomas con signos y sonrisas, come su comida, llena de especias, prueba todo lo que puedas de cada región, de un sitio a otro varia y tienen distintas “especialidades”, saboréala, deja que te enseñen los lugares no tan turísticos y lugares preciosos que tiene India, viaja en rickshaw, en autobús-cama, en tren, en moto, en coche... todo en India es una aventura, nunca sabes con que te encontrarás, pero seguro será inolvidable... ¡disfrútala!

¿Cómo ha sido tu experiencia en Kolam?

Maravillosa, una experiencia muy bonita, empezando por la amabilidad y cariño de Raquel y Víctor que hicieron que me sintiese como en casa y acabando por la experiencia con los niños tanto de las barraquitas como del internado, fueron unos días llenos de buenos momentos, cariño y satisfacción por ver los avances en los niños, nunca olvidare sus caritas, sus ojos llenos de luz, sus sonrisas y todo el cariño que me daban, sin duda una experiencia inolvidable y que espero volver a repetir en cuanto pueda.